A TI MUJER

Terminamos la semana del 8M. Al margen de cuestiones partidistas, mediáticas y demás elementos que siempre merodean alrededor de cualquier causa, hemos vivido unos días en los que se debería reivindicar la igualdad real y denunciar las situaciones de discriminación y violencia que aún viven las mujeres por el hecho de serlo. Un derecho fundamental que se complica cuando hablamos de la mujer y el cuidado de la salud propio y de su entorno.

Es indiscutible que la mujer juega un papel imprescindible en la salud familiar y los cuidados a personas dependientes de su entorno más cercano. También en el ámbito profesional de la salud y con ello en el cuidado de la comunidad.

En muchas sociedades, prácticamente en todas diría yo, las mujeres son las principales cuidadoras de los niños, ancianos y enfermos en el hogar, y también tienen una gran influencia en las decisiones de salud no solo de la familia, sino también de su entorno. No en vano, la mayoría de las promotoras de salud en los proyectos de cooperación en los que trabajo son mujeres y eso no es casualidad. Dato que es trasladable al apartado formativo. En nuestro país 7 de cada 10 alumnos matriculados en carreras de ciencias de la salud son mujeres dato que se mantiene al finalizar la formación donde el 71,2% de las personas que en las citadas carreras concluyen con éxito sus estudios son ellas.

Contrasta la anterior cifra con la proyección profesional, en donde no existe una correspondencia con estos porcentajes. Hospitales, centros de salud, facultades de ciencias de la salud, o cualquier entidad sanitaria y de carácter científico, ya sean de tipo público o privado, están dirigidos generalmente por hombres, no superando en ninguna de las categorías mencionadas un 30% de mujeres con representatividad en los cargos de dirección.

Esto quiere decir que la mujer es quién carga con la parte de la atención en salud más pesada y menos reconocida. Trabajos que suelen estar peor remunerados y menos valorados que otros trabajos que requieren una formación similar, y para los que la mujer está igual de preparada que el hombre.

Fuera del ámbito laboral, volvemos a ese rol mal entendido de garante de la salud familiar, cuestión que tiene su punto más complejo en el ámbito del cuidado y la dependencia, ya que históricamente a la mujer se le ha asignado el rol de cuidadoras de salud en el hogar donde suelen ser las principales cuidadoras de niños, ancianos y personas enfermas o con discapacidad. Esto se debe en parte a que se espera que las mujeres tengan un rol más enfocado en el cuidado y la atención a las necesidades de los demás, y también porque al hombre se le ha asignado tradicionalmente siempre un papel en las tareas fuera del ámbito doméstico. Todo ello supone un deterioro físico y mental que mella de forma importante la salud de las mujeres.

A parte de todo lo que hemos señalado, las mujeres también enfrentan una serie de desafíos en relación con su propia salud. El género es una de las barreras reconocidas de acceso al sistema sanitario.

Además, hay una serie de enfermedades con mayor incidencia en mujeres que en hombres. Como ejemplo tenemos el cáncer de mama, el más común en mujeres en todo el mundo. Se estima que 1 de cada 8 mujeres desarrollará cáncer de mama en algún momento de su vida.

La osteoporosis, enfermedad que debilita los huesos y aumenta el riesgo de fracturas, con una alta incidencia especialmente después de la menopausia debido a la disminución de los niveles de estrógeno.

Las enfermedades autoinmunitarias como la artritis reumatoide, el lupus y la enfermedad de Hashimoto. Se cree que esto se debe a la interacción entre factores genéticos y hormonales.

La depresión y la ansiedad. Se cree la mayor incidencia en mujeres se debe a una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales, en gran parte por ese proceso de cuidado familiar del que hablábamos al principio de este artículo.

Es importante, y un derecho fundamental que las mujeres tengan acceso a servicios de salud de calidad y que se les brinde información y educación sobre cómo mantener una buena salud en todos los ámbitos. También es importante que se tomen medidas que promuevan la igualdad de género en el acceso a la atención médica y especialmente los cuidados familiares.

Valga este artículo como mi pequeño homenaje al papel que nuestras madres, hermanas, tías, hijas y demás mujeres hacen día a día en el ámbito del cuidado de la salud, en el hogar y en la comunidad, como parte de las tareas familiares o de su profesión. Y en todos los órdenes de la vida. Como canta Perales, A ti, mujer, no importa quién seas, ni de dónde vengas, ni por qué te vas…. A ti y a todas que merecéis que desde el ámbito político, empresarial y social se construya una sociedad basada en la igualdad que bien combinada con la equidad, garantice los mismos derechos para hombres y mujeres. Los mismos, exactamente igual que en cualquier orden de la vida, ni más ni menos. Quedarse corto, sería repetir errores del pasado. Querer ir a más adulterando cualquier acción con discursos y acciones populistas totalmente alejados de la realidad diaria que afronta cada mujer, es sin duda querer vivir a costa de esta noble causa.   

LA MUSICA ES…

Nuestro paisano José Luis Perales la definía muy bien en la canción cuyo estribillo empezaba como el nombre de este artículo, con multitud de alusiones fundamentalmente a los sentimientos y emociones que provoca. Empezamos la temporada poniendo en valor la música y los beneficios que nos aporta, demostrando una vez más que la salud es un aspecto mucho más amplio que la ausencia de enfermedad.

Muchos pensarán que pinta un artículo sobre música en esta sección de salud y bienestar. Algunos, los más rigurosos en el terreno científico hasta lo leerán con cierta crítica. Pero de lo que no hay duda es que la música es un elemento que nos produce muchas emociones, la mayoría positivas produciendo ciertos estímulos que contribuyen a completar ese estado de bienestar físico y mental del que nos habla la OMS en su definición de salud. Contribución que además, tiene su explicación científica que vamos a ver a continuación.

Hace tiempo conocí en el marco de mi profesión en el sector social una asociación llamada Música en vena, cuya misión es mejorar las estancias hospitalarias de pacientes, familiares y personal sanitario desde la cultura y la especialmente desde la música. He de decir son admirables. Como dicen ellos cuando hablan de su trabajo, lo que hacen no es musicoterapia, ni medicina alternativa, ni evidentemente sustituye ningún recurso sanitario; es un complemento que crea un entorno mejor para los pacientes, familiares y sanitarios, estimula de forma positiva los sentidos y transforman el frío ecosistema sanitario en algo cálido y lleno de sensaciones.

La música es beneficiosa para nuestra salud debido a los estímulos positivos que provoca en nuestro cerebro en áreas que afectan a nuestra memoria, emociones y el movimiento. A su vez protege de su deterioro mejorando la comunicación neuronal.

En esta línea del cerebro, nos encontramos con los problemas neurológicos. A parte de la protección del deterioro cognitivo, en casos como el alzhéimer y otros tipos de demencia la música es un buen imán para atraer los recuerdos, porque las áreas cerebrales relacionadas con la memoria musical están menos afectadas por estas enfermedades.

Reduce la ansiedad y el estrés -de los que hablaremos próximamente- debido a que escuchar música reduce los niveles de la hormona cortisol. Esto provoca una mayor relajación lo que nos ayuda a combatir además dolencias asociadas a estos estados como cefaleas o presión arterial alta.

Reduce no solo cefaleas, sino también otros dolores por las endorfinas que se liberan. Mejora la memoria, el aprendizaje y facilita la concentración. De ello saben mucho los estudiantes, que usan la música como un acompañante imprescindible en las largas horas de libros y codos.

Te ayuda a ser más alegre y optimista, por la liberación de dopamina, lo que supone a su vez una activación física y mental que favorece entre otras cosas el movimiento y el ejercicio físico. Sin olvidar el baile, consecuencia directa de la música con otros beneficios además de los físicos como son los sociales, importantes también para nuestro bienestar.

Finalmente hablar del sueño. La música relajante es un gran aliado para las personas que tienen insomnio, y no me van a negar que las nanas, son uno de los medios para que los bebes se relajen y tengan-y dejen tener- dulces sueños.

Y como no, la música es seña de identidad de nuestros pueblos, de nuestra cultura y forma de entender la vida. Termino estas notas con una dedicatoria especial. Y es que este artículo lo pensé la última semana de agosto, en La Puebla, mientras sentía todas esas cosas positivas que he ido desgranando a la vez que lograba sacar unas cuantas notas a mi saxofón tenor. Durante esa semana un grupo de personas, especialmente jóvenes, liderados por el maestro y director de nuestra banda Diego Guijarro, con muy pocos recursos pero con mucha ilusión, lograron crear esa bonita melodía que se pone en marcha cuando un pueblo se mueve y hace cosas en unión. Junto a Diego, Verónica, Marina, Pau, David, Dani, José Enrique, José Antonio, Óscar y Juande organizaron cinco días en los que se celebró el I Curso de Verano “Músicos de banda”, con gran éxito de asistencia y que concluyó con un gran concierto que movilizó a un importante número de músicos del pueblo.

Como bien dicen ellos, no hay banda sin su pueblo, y no existe pueblo sin su música.

El tabaco perjudica tu salud y… la de todos

El pasado martes 31 de mayo, además del día de Castilla La Mancha, se ha celebrado el día mundial sin tabaco. Una epidemia voluntaria responsable directa de la muerte de 8 millones de personas al año. Este año la OMS ha elegido el lema Envenena nuestro planeta, indicativo de que además de al fumador y al fumador pasivo, el perjuicio del tabaco es para todos.

Un dato para empezar: Para fabricar 300 cigarrillos necesitamos 8 árboles.

Tradicionalmente hemos hablado dos grandes perjudicados por el tabaco: El propio fumador, y el fumador pasivo, aquel que sufre el humo de los fumadores de su entorno. Pero el daño va mucho más allá por la gravedad de los efectos medioambientales que tiene, desde que se planta hasta que un cigarrillo se consume entre los dedos de un fumador, y se deposita en cualquier cenicero-en el mejor de los casos- o en cualquier otro lugar de nuestro planeta.

Todo el ciclo de vida, el cultivo, la fabricación, la distribución, el consumo y la eliminación de los productos de tabaco contribuye en gran medida a la degradación de nuestro medio ambiente, perjudicando en gran medida la salud de las personas, fumadores o no. Todo nuestro ecosistema, el agua, el aire, el suelo, el campo, las playas y las calles de ciudades y pueblos, los parques y una larga lista de lugares se encuentran contaminados con sustancias químicas, desechos tóxicos, colillas que contienen microplásticos e incluso los desechos de los cigarrillos electrónicos. Un total de siete mil sustancias tóxicas que además de estar en todos los sitios ya indicados, impregnan muchos de los objetos cotidianos de uso habitual para nosotros.

Este año la OMS ha querido hacer hincapié en este aspecto, teniendo en cuenta los efectos nocivos a nuestro planeta. Para ello nos ofrece una serie de datos vinculados a la producción de la industria del tabaco que seguramente no conocíamos: 600 millones de árboles cortados al año con la desaparición anual de entre 3,5 y 4,3 millones de hectáreas de bosques. 22.000 millones de litros de agua utilizados además de la contaminación de ríos y reservorios por la filtración de productos tóxicos y contaminantes. Más de 340 millones de kilos de residuos generados. Además, se produce la emisión de 84 millones de toneladas métricas de CO2 con la consiguiente influencia en factores como el efecto invernadero. Esta emisión es equivalente a la que generan diez mil vehículos. Para concluir los efectos de la fabricación, el cultivo de tabaco perjudica en gran manera el rendimiento agrícola ya que empobrece en gran medida la calidad del suelo.

Hablando del consumo, además de los efectos nocivos al fumador y a su entorno, tenemos que tener en cuenta que el humo del tabaco y las sustancias químicas que contienen generan un residuo que impregna no solo el aire sino las superficies cercanas. A nadie nos extraña ver en la casa de fumadores habituales muchos elementos de la casa con un color amarillento. O simplemente los dedos de la mano con la que de forma habitual se sujeta el cigarrillo.

Terminando con el ciclo de vida del tabaco, una vez consumido, tenemos el problema de las colillas. En la fabricación de estas, se utiliza acetato de celulosa, plástico vegetal que tarda más de veinticinco años en degradarse. Y este volumen, unido al comportamiento poco cívico, hace que 4,5 billones de filtros de cigarrillos contaminen cada año nuestros océanos, ríos, calles, parques, suelos, playas, piscinas y en general nuestro ecosistema. Como dato, es la segunda causa de contaminación por plásticos del planeta.

Como siempre, las mayores consecuencias de este impacto ambiental las sufren los más vulnerables, ya que la mayor producción de tabaco, más del 90%, se realiza en países en desarrollo. El estado de necesidad económica inmediata, hace que muchos agricultores se decanten por este cultivo que a largo plazo genera pobreza.

Por tanto, para ir cerrando, no solo el fumador y su entorno sufre las consecuencias del tabaco. La contaminación industrial y la deforestación que provoca, las sustancias que se emiten a la atmosfera y los residuos finales una vez consumidos los cigarrillos comunes, tabaco sin humo o cigarrillos electrónicos son causa importante de una elevada contaminación de nuestro ecosistema que de ninguna forma viene compensado por los altos impuestos que se pagan por el consumidor en cada cajetilla que se compra o por la propia industria. Un daño irreparable que solo podemos solucionar dejando de fumar. Hoy en día hay excelentes profesionales, por ejemplo, en las farmacias que nos pueden ayudar a dejar este hábito que tiene un alto coste en salud, y cuartos.

Cuando calienta el sol… mucho cuidado

No me neguéis que el inicio del título os ha trasladado mentalmente a una canción de un grupo cubano-mexicano del siglo pasado. Perdonad que os haya cortado el buen rollo con esa apelación a la precaución. Pero es que ese concepto romántico de sol y playa puede ser más peligroso de lo que parece si no tomamos una serie de medidas. Empezamos.

El mes de mayo, mes de las flores, de la virgen, de la madre… es uno de mis meses favoritos. Sin ser aún mes veraniego ni de vacaciones, la primavera intensa deja entrever que ya se acerca el verano, con todos los condicionantes buenos que al menos para este que escribe tiene esta estación. Días largos, pueblo y playa quien pueda y asfalto para los menos afortunados…. Pero para todos calor, mucho calor.

Pasadas las navidades escribí un artículo para hablar sobre cómo afrontar los meses de frío que nos venían por delante. Ahora, vísperas de este verano que parece que va a ser el más normal de estos últimos dos años, toca consejos sobre cómo afrontar estos meses con las temidas olas de calor que cada vez son mayores y complejas.

Empecemos por la hidratación. El agua, este líquido que recurrentemente nombro en mis artículos sobre salud y bienestar que es fundamental para, hidratar nuestro interior y refrescarnos exteriormente. Fundamental beber agua antes de tener sed. Hay que tener en cuenta que las altas temperaturas nos hacen tener una mayor pérdida de líquidos con el consiguiente riesgo de deshidratación. Una botella de agua siempre a mano, nos hará estar mucho mejor.

Evitemos salir en las horas centrales del día si no es necesario, especialmente en el caso de niños y mayores. Aprovechemos las primeras horas del día en las que las temperaturas son mucho más suaves y dar un paseo se convierte en una actividad agradable. Si no hay más remedio que salir, usa ropa de tejidos naturales, ligera y holgada, de colores claros, sombrero o gorra, gafas de sol y cremas protectoras solares con un factor alto de protección. Y busca las zonas de sombra.

Si en las salidas necesitas usar el coche, procura aparcar en zonas sombreadas y nunca dejes a niños o personas mayores con las ventanillas cerradas. En un momento de exposición al sol, el coche puede llegar a coger temperaturas incompatibles con la vida.

Un apartado importante respecto a la actividad en calle es reducir la actividad física al aire libre, aunque no eliminarla. Aprovecha los entornos acuáticos en donde se puede realizar una actividad como por ejemplo nadar a la vez que refrescarse y divertirse solo, en familia o con amigos.

Mientras en casa también debemos tomar una serie de medidas especialmente si no tenemos aire acondicionado, aunque en este caso y con el precio actual de la energía, seguramente nos veremos obligados a limitar su uso para no calentar en exceso nuestro bolsillo. Utilicemos los lugares más frescos de la casa, ventilados y acondicionados, protejamos las zonas de sol con toldos y persianas, y ventilemos por la noche cuando las temperaturas son más bajas.

Intenta no hacer comidas copiosas, aumentando la ingesta de verduras y frutas frente a otros productos. Aprovecha además que es buena temporada para ello con una gran variedad de frutas y hortalizas –que bueno está el gazpacho de temporada-. Come menos cantidad y más veces al día evitando las comidas calientes y las bebidas alcohólicas, que si bien pueden saciar la sed de forma inmediata, producen deshidratación a corto plazo.

En este aspecto, llamar la atención sobre la conservación de alimentos en verano, en donde aumentan de forma considerable las toxiinfecciones alimentarias. Es importante mantener las medidas higiénicas para evitar disgustos a nuestra salud.

Como vemos, consejos en muchos casos muy básicos y de fácil realización.

Termino como siempre con una referencia al pueblo. Ya escribí un artículo el año pasado referente a esos veranos inolvidables de pandilla, bicis y abuelos…..Y noches al fresco. Siempre me ha admirado en las noches veraniegas, en las que la televisión anuncia noches eternas de calor, ver a mis paisanos sentados en la puerta de sus casas compartiendo con sus vecinos tertulias que no envidian en nada a las que diariamente nos asaltan en tele y radio. Y en muchas ocasiones con la necesidad de una chaquetilla porque mientras medio país está en vigilia por el calor, aquí en la Puebla hace fresquete. Ese aire acondicionado natural es uno de los mayores placeres que nos deja el verano rural. Ese aire, no tiene precio.

Alcohol, educar primero para no tener que prohibir después

Acababa de aterrizar en Barcelona después abandonar Polonia tras una misión humanitaria y me encuentro con la siguiente noticia: El Gobierno recomienda eliminar el alcohol del menú del día en la Estrategia de Salud Cardiovascular del Ministerio de Sanidad. Aunque hay cosas que a uno ya no le sorprenden, me quedé con la sensación de estar sufriendo una alucinación fruto de un aterrizaje complicado.

Empecemos por decir que finalmente se retiró esta recomendación por algo mucho más lógico que consiste en plantear la colaboración con establecimientos de restauración para promover la dieta mediterránea como modelo de alimentación cardiosaludable. Rectificar es de sabios dicen por aquí, aunque no debe convertirse en una costumbre, y más si tienes responsabilidades en materia legislativa.

Tenemos un gobierno que cada cierto tiempo se empeña en fomentar el cuidado de nuestra salud a través de la regulación de nuestra alimentación con medidas que no dudo son tan buenas como nefasta es la comunicación las mismas. Lo último, esta recomendación que hoy nos ocupa. Repito que el fondo de las medidas es bueno y abordan problemas de salud pública que es cierto están ahí, pero la forma de contarlo es bastante deficiente lo que supone que medidas necesarias, se acaben convirtiendo en un absurdo debate en redes y medios sin mayor rigor científico y sin entrar a atajar el problema real.

Volvemos a esta última medida que aborda un problema sanitario y social como es el consumo excesivo de alcohol. Este es la sustancia psicoactiva más consumida en España. De hecho, según datos del Ministerio de Sanidad el 91% de la población española de 15 a 64 años declaraba haber consumido bebidas alcohólicas alguna vez en la vida.

En España, el consumo de alcohol es el cuarto factor de riesgo de pérdida de salud, el segundo en mujeres. Siendo además una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial, que va desde el 4% en mujeres al 12% en hombres. Contribuye al desarrollo de más de 200 problemas de salud y lesiones, enfermedades cardiovasculares, hepáticas y neuropsiquiatricas entre otras. Además, existe una sólida evidencia de la asociación del consumo de alcohol y ciertos tipos de cáncer, sin olvidar que es una sustancia que causa dependencia.

Además, como hemos dicho es un problema social que va mucho más allá de los problemas de salud de la persona que lo consume. Accidentes de tráfico, violencia, Trastornos del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF), desempleo, conductas violentas, pérdidas de productividad, etc. Hay que recordar que la adicción al alcohol es también un factor de desigualdad en los determinantes sociales de la salud.

Ahora bien, el alcohol es un producto legal, aunque con restricciones según la edad estando prohibida su venta a menores de 18 años. Sorprende que a pesar de esto último la edad de iniciación es a los 14. Su incidencia en la salud es directamente proporcional al grado de consumo, siendo lo ideal evitar el mismo, a pesar de los mitos que circulan sobre las bondades de por ejemplo una copa de vino al día. Pero seamos realistas especialmente si tenemos responsabilidad a la hora de tomar medidas y abordemos esta cuestión de una forma viable, coherente y sobre todo útil para la sociedad. La mayoría de nosotros aprecia el placer de saborear una cerveza o como no, un buen vino, especialmente de nuestra tierra, la mancha.

Se trata de que, en caso de consumo se haga un uso moderado, y por supuesto sin abuso. Como con otros muchos productos con los que completamos nuestra dieta cada día-bebidas azucaradas, carnes rojas…- cuyo abuso perjudica seriamente nuestra salud. Debemos trabajar educación en edades tempranas, para no tener que restringir el uso en edades superiores. Pero este tipo de acciones son a largo plazo y ya sabemos que, en política, todo es para ya, y hoy en día si cabe en un tuit, parece que mejor.

Repito, educar en un uso racional. Los coches porque contaminan, los móviles porque nos afectan a la visión y crean adición …y así ocurre con muchas cosas que tenemos a nuestra disposición en nuestro día a día. En el término medio, en el buen uso está la virtud.

Y en tema alimentario, contamos con un activo en nuestro país, ideal para hacer un uso racional de nuestra dieta, que se resume en dos palabras clave que deberían estar en todos los libros de texto desde el inicio de la edad escolar: Dieta Mediterránea.

En tal caso si alguno quiere debatir conmigo sobre este tema, por favor no use las redes sociales. Me llama y quedamos en un bar, a ser posible en mi pueblo y con una cerveza fresquita y un simple plato de cacahuetes de esos de El Acebrón. Estoy dispuesto a cuestionar todo lo que he puesto en este artículo. Lo haré con mucho gusto y porque no, el placer mental de un rato así también es salud.

72 horas: Destino Lviv Ucrania

Hace tan solo unos días que regresé de Ucrania y la amalgama de emociones que se agolpa en mis pensamientos me llevan a escribir este artículo que resume de forma muy breve esta intervención de ayuda humanitaria en el marco del proyecto Clúster SOS Ucrania del que forma parte Farmacéuticos Sin Fronteras. Como dice mi compañera en este viaje Leticia San Martín, días después de volver aún es muy difícil encajar el puzle emocional que hemos vivido.

Casi veinticuatro horas de viaje, muchas de aeropuerto y de avión hasta Cracovia y casi cinco por tierra hasta la frontera nos pusieron a las 7 de la mañana del 27 de abril en la frontera de Polonia con Ucrania.

He de reconocer que impresiona atravesar la que es hoy una de las fronteras más complejas que hay a nivel mundial. Lo primero que te encuentras es un pequeño campo de refugiados anexo a la frontera en el que, gracias a la cooperación de distintos organismos oficiales y ONG, la gente puede comer y dormir con un mínimo de condiciones. Bueno, yo diría que ni llega al mínimo. Me llama la atención ver el proyecto de nuestro compatriota el cocinero José Andrés, con una gran carpa desde la que alimenta de forma diaria a los refugiados que allí se encuentran. Pero más una madre y un niño que acuden a lo que por la hora supongo es el desayuno, ajenos al grupo de personas que con chalecos fluorescentes y una bandera de España a la espalda pasan por su lado. Los niños en un campo de refugiados es de las imágenes que más me han impresionado siempre.

El equipo humano, ese de los chalecos, salimos de Polonia con relativa facilidad, no así el material como veremos después. Pero la entrada en Ucrania es otro cantar. Tras veinte minutos de espera nos recibe un general del ejército ucraniano de aspecto serio que aparece con tres personas heridas. Comienza la Operación Esperanza 2.

Llevamos una misión clara. La entrega de una ambulancia, un cargamento de material sanitario y de cura, equipos de hospital, dos vehículos todo terreno, la evacuación de tres heridos de guerra y conocer de primera mano cómo se está distribuyendo la ayuda humanitaria enviada tanto por Farmacéuticos Sin Fronteras, con la colaboración de industria, colegios de farmacéuticos, farmacéuticos a nivel particular y pacientes, como por el resto de entidades que conforman el Clúster SOS Ucrania. Es la cuarta acción que realizamos en este proyecto sanitario, de carácter multidisciplinar que está poniendo en valor más que nunca la importancia de la colaboración de distintos perfiles de sanitarios en un proyecto humanitario como este. Ahora que tanto hablamos de los ODS, la alianza por el desarrollo, el número 17, es uno de los que más nos aplica a las ONG y uno de los más importantes en una situación de emergencia como esta. Personas del sector farmacéutico, médico, de enfermería, así como logistas, la mayoría de ellos de forma voluntaria trabajan de forma coordinada para canalizar toda la ayuda que llega a nuestras manos. Y dentro de los logístas, muchas profesiones, entre ellas me llama la atención la del árbitro de futbol Eduardo Prieto, uno de los conductores de los vehículos que entregamos y que hicieron el trayecto Pamplona Lviv-cuatro días de viaje-.junto con otras cinco personas, a cuatro de los cuales relevamos en Cracovia.

Llegamos al punto de entrega, ubicado según las condiciones de la guerra (invasión) permiten. En primer lugar, se realiza la evacuación de los heridos que viajarán para ser atendidos a España, junto a tres personas del equipo. 

El resto entramos a Ucrania para realizar las entregas previstas en la misión. Nos citan en un punto a unos diez kilómetros de la frontera donde conocemos a Davyd, Irina y Lilian-nombres ficticios por seguridad-. Personas del mando cívico militar que colaboran para hacer llegar la ayuda humanitaria al frente. Personas que aparentemente llevan una vida normal y que fuera de su actividad diaria, se militarizan para hacer llegar la ayuda humanitaria a primera línea de guerra. Llegamos un primer grupo a la espera de la entrada de la ayuda material, que llegará unas dos horas después tras muchas dificultades de paso en la frontera polaca.

De ahí salimos a Lviv a donde llegamos dos horas después y donde en la plaza Rynok, con cierta discreción formalizamos la entrega de todo el cargamento. Allí nos espera entre otros la hermana de Nadia. Esta última forma parte del contingente. Ambas miembros de la asociación Alas de Ucrania, nuestra contraparte allí. Son dos caras de una misma moneda, una sufriendo la invasión y colaborando desde el terreno y otra colaborando desde España. Una moneda que lleva acuñado el sufrimiento de ver como de forma injusta invaden tu país. Me cuesta ver el momento en el que se despiden.

Cayendo la tarde, y por órdenes estrictas del ejército ucraniano, volvemos camino de la frontera en donde nos despedimos de los que por un día, han sido nuestros mejores aliados-y sin duda lo seguirán siendo-.Davyd, Irina,  Lilian y el general del ejército que nos recibió en la mañana. No me voy a olvidar de esa mirada, mezcla de agradecimiento y esperanza. Mezcla de tristeza y dolor. Nos despedimos con la promesa de este que escribe y el resto de miembros del grupo de que lucharemos con nuestras mejores armas. Enviar cuanta ayuda nos sea posible.

Salimos por la frontera a las nueve de la noche, comprobando con tristeza la cola de gente esperanzada con salir en busca de un mundo mejor, pero a la vez con la satisfacción de haber cumplido lo que llevábamos encomendado. Y habiendo comprobado de primera mano la utilidad de la ayuda que desde países como España, estamos enviando.  

Termino el artículo apuntando algo que nos resultó curioso durante las horas que estuvimos en Lviv. La aparente normalidad en la forma de actuar de sus habitantes, aún conscientes de que, en cualquier momento, como cinco días antes, podían ser víctimas del ataque de las tropas rusas o en el mejor de los casos, ser confinados en los diferentes refugios que tiene la ciudad tras el sonido de las alarmas antiaéreas.

Preguntado a un grupo de habitantes sobre esta normalidad, pude entender en una de las frases que nos dijeron en inglés “es nuestra forma de resistir”.

Quítame la mascarilla despacio que tengo prisa

Adapto el título de este artículo a ese conocido refrán, vísteme despacio que tengo prisa. Y es que ya ha quedado demostrado que en estos dos años que llevamos vividos en permanente pandemia, si algo no ha funcionado es la precipitación. Todos queremos que esto acabe ya de una vez, pero debemos poner mucha cabeza en ello. Nosotros los ciudadanos, pero sobre todo nuestras administraciones sanitarias.

Reconozco que me aburre ya hablar de la COVID y de hecho me había propuesto no volver a escribir más del tema, pero está claro que la actualidad es la que manda y desde la Opinión de Cuenca no podemos darle la espalda. Y esta semana, en concreto el pasado día 20 de abril tras un proceso que nos ha llevado estos meses y por las medidas que se han tomado a la gripalización del virus, comenzamos a eliminar la mascarilla en interiores.

De inicio una excelente noticia, no lo podemos negar, pero una cuestión sin duda controvertida. Nos encontramos ante la tesitura de ser valientes y dar un nuevo paso hacía la normalidad, sobre todo con la bajada en la presión asistencial y el alto grado de inmunización que tenemos, o más precavidos y esperar a que la incidencia descienda a cotas más bajas nos acerquemos más al verano y esperemos a ver cómo afectan estas primeras vacaciones más normalizadas que hemos vivido estos últimos días. Me quedo con el aspecto más conservador y haber esperado al menos dos semanas más. Bajo mi punto de vista la retirada de la mascarilla este miércoles 20 de abril es una decisión algo precipitada, especialmente y como he dicho por las fechas en las que estamos.

Acabamos de terminar la semana santa, periodo en el que la gran mayoría hemos relajado las medidas, hemos viajado y vuelto a compartir momentos familiares y con amigos que todos añorábamos. Pero eso hace inevitable que volvamos a vivir una nueva ola. Lo lógico hubiese sido esperar al menos dos semanas para ver el comportamiento que va a tener el virus tras la movilidad de estas fechas, el impacto en hospitales, pero sobre todo que consecuencias va a tener en un momento en el que no existe salvo excepciones aislamiento de casos ni cuarentena de contactos. Solo quince días más tras los casi setecientos que ya llevamos acumulados.

Pero puesta la medida en el BOE seamos positivos, y comencemos a entender que la luz al final del túnel pandémico cada día es más fuerte. Además, nadie nos obliga a prescindir de la mascarilla en ningún lugar sino a no tener obligación de usarla. Es un buen momento para que la población demostremos todo lo que hemos aprendido este tiempo, y hagamos un uso racional de la misma.

Esta medida cuenta con una serie de excepciones que son:

-Trabajadores y visitantes de centros sanitarios como hospitales, centros de salud y farmacias

-Empleados y visitantes de los centros socio sanitarios. No aquellas personas que residan en ellos de forma permanente.

-Trabajadores y usuarios de transporte público sean del tipo que sean: aéreo, ferrocarril o terrestre.

-Determinados ambientes laborales en los que lo fije el servicio de prevención de riesgos laborales.

En mi opinión, tanto en centros sanitarios como en farmacias, se debería mantener el uso de mascarilla no solo ahora, sino especialmente en épocas del año con alta incidencia vírica, como por ejemplo durante la temporada de gripe. La prevención es unos de los elementos fundamentales para mantener una buena salud de la población.

Para terminar un apunte de algo que me ha llamado mucho la atención por ser contrapuesto a esa felicidad que se supone por esta medida. Ayer en las noticias oí hablar del síndrome de la cara vacía. Hay personas a las que les causa ansiedad quitarse el tapabocas como dicen por tierras americanas. Para muchos ha sido un elemento protector de miedos e inseguridades incluyendo en estas últimas el miedo a contagiarse, así como barrera visual de determinados aspectos físicos como acné o vello facial. Perdamos el miedo y los complejos, volvamos a emocionarnos a vivir y a mostrar nuestra mejor sonrisa. No olvidemos que, y cerramos como empezamos con otro refrán, la cara es el espejo del alma.

Mejorar el apoyo a la población ucraniana: En terreno y refugiados

Este post es continuación del que escribí hace quince días, referido directamente a la donación de medicamentos y material sanitario para atender a la población ucraniana. Hoy abordamos una perspectiva general centrada más en nuestra figura como personas que queremos ser de utilidad frente a esta incomprensible emergencia.

Seguimos con Ucrania. Y por desgracia, esto va para largo que diríamos por aquí. Y las ganas de ayudar de la población española se mantienen, eso sí de manera más sosegada que lo que hemos vivido estas últimas semanas. Hablaba ayer durante una ponencia que nos está dando mucho más trabajo las personas que quieren donar, pero no están siguiendo las recomendaciones que estamos dando desde distintas organizaciones de la sociedad civil y las administraciones públicas que el que lo hace bien, que ya está protocolizado y sobre todo ajustado a lo que se necesita.

Hoy me voy a centrar en nuestra forma de actuar, intentando ofrecer una serie de pautas que nos ayuden a ser más útiles frente a esta emergencia, que nos va a afectar mucho más que lo que pensamos. La responsabilidad y altura de miras que Europa debe tener para poder integrar a los millones de personas refugiadas, va a ser un reto sin precedentes. Es por ello que bajo ese concepto de piensa globalmente, actúa localmente, la actitud de cada uno de nosotros es clave para poder ser de utilidad.

En primer lugar, hablamos de información de fuentes fiables y seguras. No está siendo una emergencia con muchos bulos, pero ante el interés de ayudar se debe tener información sobre el cómo ayudar, donde y sobre todo con quien. En cuanto a la ayuda en terreno, valorando la idoneidad de donar en producto o en dinero, y con entidades que garanticen que una u otra mercancía va a llegar. Es importante como van las entidades reportando la ayuda empleada hasta ahora, el grado de transparencia en la información y sobre todo la experiencia que cada entidad tenga. En este sentido, es bueno llamar a las organizaciones, y conocer si están trabajando en la zona, bien de forma directa o con alguna entidad local. En el caso de organizaciones ucranianas en España, conocer bien el plan de trabajo que estén desarrollando y quien es el responsable de toda esta ayuda. Finalmente, no obviar nunca las recomendaciones de las administraciones públicas como el gobierno, las comunidades autónomas o los ayuntamientos, y sobre todo la embajada de Ucrania en España. A pesar de ello, estamos en unas circunstancias de guerra en las que el suministro de ayuda está sujeto a situaciones muy complejas y el solo llegar, ya es complicado. Y como hablábamos hace dos semanas, donar solo lo que hace falta, no lo que creemos que hace falta o peor, aquello que nos sobra.

Otra cosa importante es la constancia. Vivimos lo que yo llamo una emergencia mediática. Ello supone que a diferencia de otros conflictos bélicos- hay unos 65 en la actualidad, aunque no oigamos a penas nada de ellos- estemos recibiendo noticias permanentemente, en televisión, radio internet y los distintos medios de información. Pero esto se acabará porque vendrán otras noticias que mandarán a Ucrania a un segundo o tercer plano como esta ha hecho por ejemplo con la COVID. Es fundamental que, al igual que recordaba Forges en sus viñetas con el “y no te olvides de Haití”, seamos capaces de no olvidarnos de Ucrania. Y en esta necesidad de no olvidar, debemos incluir, como no, a nuestros políticos intentando de alguna manera que su forma de actuar garantice la mejor salida del conflicto-invasión- y la mejor ayuda a los desplazados.

Hablaba antes de un conflicto más cercano de lo que nos pensamos. Y es que el flujo de refugiados que esperamos en España será muy numeroso, y aquí es donde en primera persona podemos ser de mucha utilidad. El derecho al asilo y refugio es universal y debe ser garantizado para toda persona que huye de un conflicto bélico-invasión vuelvo a repetir en el caso de Ucrania-o una situación de extrema necesidad. Debemos empezar por ser tolerantes y entender que cada caso es particular, que son personas que no vienen a España por capricho. Dejan allí toda su vida, la material que quizás es la que menos importe, y la más personal. Niños que dejan a sus padres en primera línea de batalla, mujeres que seguramente nunca volverán a ver a sus maridos. Personas que dejan a sus padres hijos y hermanos al albur de una situación bélica con un final incierto.

En el ámbito de la acogida, debemos colaborar siempre bajo las recomendaciones que nos den las administraciones públicas y las entidades acreditadas para ello. Hay que plantearse que acoger familias o niños sin unas determinadas circunstancias que garanticen la integración social y económica en un corto plazo, puede suponer un problema. Y que la adopción de niños, no siempre es la mejor solución.

Para terminar, una pequeña reflexión como siempre me gusta dejar. Hacía referencia al número de conflictos que hay en la actualidad, al concepto “emergencia mediática”, y a la necesidad de la integración de las personas desplazadas. Esta actitud solidaria que se ha despertado en estas tres semanas no debe ser una excepción. Nuestra actitud hacía los demás, especialmente a las personas migrantes debe ser siempre de tender la mano, de ayuda, de integración. Nadie deja su tierra por capricho, aquí en Cuenca lo sabemos bien, y debe ser un deber como ciudadanos facilitar a todo aquel que llega, el camino más fácil para integrarse en nuestra sociedad, no solo por su bien, sino egoístamente también por el nuestro. Ucranianos, y del lugar que vengan, eso sí, siempre bajo el marco que ampara nuestra legislación.